En una casa portuguesa queda bien
Pan y vino en la mesa
Y si la puerta humildemente toca alguien
Se sienta a la mesa con la gente
Queda bien esta franqueza, queda bien
Que el pueblo nunca desmiente
La alegría de la pobreza
Está en esta gran riqueza
De dar y quedar contento

Cuatro paredes encaladas
Un olorcito a romero
Un ramo de uvas doradas
Dos rosas, en un jardín
Un San José de azulejos
Más el sol de primavera
Una promesa de besos
Dos brazos a mi espera
Es una casa portuguesa, con certeza
Con certeza es una casa portuguesa

En el consuelo pobrecito de mi hogar
Hay hartura de cariño
Y la cortina de la ventana es luz de luna
Más el sol que bate en ella
Basta poco, poquito para alegrar
Una existencia sencilla
Es solo amor, pan y vino
Y un caldo verde, verdecito
A humear en la escudilla

Cuatro paredes encaladas
Un olorcito a romero
Un ramo de uvas doradas
Dos rosas, en un jardín
Un San José de azulejos
Más un sol de primavera
Una promesa de besos
Dos brazos a mi espera

Es una casa portuguesa, con certeza
Ciertamente es una casa portuguesa
Es una casa portuguesa, con certeza
Ciertamente es una casa portuguesa