Nunca proyecte ser infiel
Pero me arrastraron mis pies
Como el río olvida en el mar
Su color y el nombre al entrar
Tengo en las espaldas siempre su mirada
Cuando corro en busca de él
No me siento extraña, ni culpable en nada
Pero qué difícil es
No volverán los días que eran siempre igual
Convertida en reina de la casa
Atrofiado el cuerpo de esperar
No volverán las noches que eran siempre igual
De llorarle tantas madrugadas
Sus palabras torpes al llegar
Se me enreda la voluntad
Cuando es hora de regresar
Vivo en un segundo todos los minutos
Trato el tiempo de amarrar
Nunca fue difícil cambiar los afectos
Ni esta pasión grande por amor pequeño