Los veinte abriles, daba yo
Y ya deseaba recorrer el mundo
Que me ilusionó
Mi pobre vieja
En su pesar, lloró de pena
Y en alas de mi sueño
Abandoné el hogar
Mi porvenir interrogué
Y aunque me dijo el sabio
Que era oscuro, proseguí con fe
Soñaba al son
De mis primeros años
Sin ver los desengaños
Pero desperté
Sueño querido
De mi tierna y bella, juventud
Fuiste espantado
Por la negra ingratitud
Solo me queda
De tu mágico esplendor
El yelmo roto
De triste soñador
Por eso cuando llega a mi alma
El lúgubre doblar
De las campanas
Me dan ganas de rezar
¡Sueño querido!
Ha pasado tu carroza
Para siempre ya te has ido
Y no volverás
Toda ilusión, tan solo fue
Que se fugó con la primera estrella
Del amanecer
Casi me pierdo
En ésa noche oscura
Soñando en las alturas
Pero desperté