C                        Am                 F 
Son tantos días los que estuvo en el jardín
                          G  
que no recuerda más que las flores de allí.
C                      Am                F 
Tantas mañanas tras la verja del portal,
                        G  
que era una cebra su visión del más allá.
F                       G      F               G  
Tantas películas de acción en la hora de televisión
                  C      Am               F 
que se empeñó en volar igual que hacía Súperman o
                   G  
el coche de James Bond.
C                         Am 
Y se bordó en la bata una 's' y dejó en casa
 F                              G  
el sombrero de papel que entró con él.
F                   G       Cm  Em          Am 
Tomó prestada del ropero la capa de un enfermero
  F                   G  
y sin billete ni equipaje
F                  G            C 
se marchó con el repartidor del pan.

Dentro de un cesto y a súpervelocidad
su primer vuelo le llevó hasta la ciudad.
Tras las rendijas del oscuro camión
tomó conciencia del poder de su visión:
Defendería la verdad de todas las fuerzas del mal.
No le dió tiempo a más porque la puerta del camión
se abrió de par en par.
Todo pasó tan deprisa, le pusieron la camisa,
y a la fuerza perdió todo su poder.Y a nadie le importó
saber que entre la confusión se oyó una voz gritar:
'Átenle bien camilleros, cada bicho a su agujero, con
cuidado de que no vuelva a escapar'.
Tuvo que devolver la capa, y aunque haya una 's' en su
bata; de nuevo con el sombrero, por un tiempo volverá
a ser Napoleón.