Tus manos sudorosas están húmedas de lágrimas vergonzosas
Tus amores negros ilusorios dan testimonio de una tristeza
Molesto, vibrante
Diario, aburrido
Los cuerpos amontonados frente a tus puertas
Siempre será testigo de tus debilidades

Estos valses frenéticos
Volaron sus velas
Más fuerte en esta llama parpadeante
Sin cesar, sin falta, incansablemente
Siempre más fuerte en estas brasas ardientes
Constantemente, sin falta, hasta el punto de sentir náuseas

Nada queda intacto al final
De ninguna de estas noches oscuras y oscuras
Espalda con espalda, cansado, cansado
Deudas que os rechazáis unos a otros
Mientras corre descalzo con los ojos velados
En fuerza, en fuerza te hundes

A fuerza
Querer satisfacer
Este brillo quimérico que dice ser majestuoso
Tus andanzas de cualquier naturaleza que fueran
Estrangularte incansablemente