Esa niebla
Que se extiende lentamente
Desdibujando tu callejón
Esa niebla
Que es cortina de silencio
Que va aumentando
Mi desazón
La misma
Que una noche nos cubría
La noche que al partir
Dijiste adiós
La misma
Que apagaba tu mirada
Y el eco de tu voz
Y de mi voz
Esa niebla
Que me envuelve
Y me atormenta
Muerde y horada, mi corazón
Hoy, toda mi ambición
En la bruma se ha esfumado
Porque mi voluntad
Con tu ausencia se ha quebrado
No importa ya
En donde estoy
No pienso lo que soy
Ni adónde voy
No abrigo una pasión
Ni un ideal
Y ahora para mí
Todo es igual
Una brisa ha de soplar
Que limpiara
De niebla el callejón
Y la ciudad
Más no podrá llevar
La cerrazón
Que encierra este dolor
Del corazón
Y entre brumas
Como una pesadilla
Surge de pronto, la evocación