Cabecita rubia
Soñadora y exquisita
Que una noche de lluvia
Inesperada cita
Brindó a mi corazón
Cordial desconocida
Relámpago de gloria
Su rostro en mi memoria
Es hoy, llama encendida
De íntima emoción
Pasó junto a mi vida
Lo mismo que una sombra
Llegada en la alta noche
Huyó al amanecer
Y desde aquella noche
Mi corazón la nombra
Mis labios la reclaman
Sedientos de un querer
No hallé ninguna boca
Tan tibia ni más roja
De aquella boca suya
Maestra en el besar
Atado a su recuerdo
Me duele esta congoja
De no saber quién era
Ni de volverla hallar