En el silencio de mi habitación
Escuché tu voz como un susurro de amor
Tú prometiste no dejarme jamás
Y enviaste fuego desde tu altar
Como en Pentecostés
El cielo descendió
Y mi alma tembló
Al sentir tu calor
Espíritu Santo, ven y sopla aquí
Llena este vaso, hazme revivir
Tú eres la llama que arde sin fin
La promesa fiel que habita en mí
Ya no camino solo en la oscuridad
Tu luz me guía con seguridad
Unges mis manos, me das tu poder
Para proclamar que Tú eres Rey
Como en Pentecostés
El cielo descendió
Y mi alma tembló
Al sentir tu calor
Espíritu Santo, ven y sopla aquí
Llena este vaso, hazme revivir
Tú eres la llama que arde sin fin
La promesa fiel que habita en mí
Llueve del cielo, desciende otra vez
Ríos de gloria, derrama tu ser
El Consolador ya está entre nosotros
La promesa eterna del Dios poderoso
Espíritu Santo, ven y sopla aquí
Llena este vaso, hazme revivir
Tú eres la llama que arde sin fin
La promesa fiel que habita en mí
¡Sí, habita en mí!