En medio del silencio, Tú sigues hablando
En la tormenta oscura, sigues gobernando
Aunque el mundo tiemble y todo se deshaga
Tú permaneces, Tu gloria nunca acaba
No trono está, el Rey de majestad
Con ojos de fuego y manto de santidad
El cielo adora, la tierra se postrará
¡Santo, Santo! No trono Él está
Los reinos caen, los hombres fallarán
Pero Tu Palabra siempre firme estará
Tú eres el Alfa, el Omega sin final
Justo y verdadero, fiel y celestial
No trono está, el Rey de majestad
Con ojos de fuego y manto de santidad
El cielo adora, la tierra se postrará
¡Santo, Santo! No trono Él está
Toda rodilla se doblará
Toda lengua confesará
Que solo Tú eres Señor
Digno de todo honor
No trono está, glorioso Salvador
Cordero inmolado, digno de louvor
Su luz resplandece, nunca se apagará
¡Santo, Santo! No trono Él está