La capacidad de improvisar es lo que básicamente define a un genio de un músico instrumental. Porque, incluso los solos, fraseos y riffs que se grabaron en álbumes clásicos, en gran parte, se originaron en un momento de improvisación instrumental.

Por eso, en este post, decidimos hablar un poco sobre esta habilidad fundamental para la formación de músicos exitosos: ¡la improvisación musical!

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¿Qué es la improvisación musical?

Es el arte de componer y tocar una melodía instantáneamente sobre una base armónica que se está reproduciendo. En otras palabras, improvisar es crear en el momento un solo, un riff o una melodía sobre una secuencia de acordes.

Pero, no te equivoques, la improvisación en la música no es absolutamente libre y sin criterio. Por el contrario, las notas colocadas en un momento de improvisación deben tener sentido armónicamente.

¿Es difícil improvisar?

En primer lugar, es necesario comprender que el arte de la improvisación no es una misión imposible. En resumen, tocarás notas sobre una progresión de acordes.

Esta progresión de acordes estará dentro de alguna clave del campo armónico mayor o menor. Entonces, cuando improvisas, tocarás variaciones de notas dentro de la escala que coincida con la tonalidad de la canción.

Por supuesto, habrá escalas específicas y modos específicos que funcionarán mejor para ciertos contextos armónicos y estilos musicales. Por ejemplo, la escala pentatónica funciona muy bien en improvisaciones en contextos de rock, blues y sus variantes.

Para improvisar en armonías más complejas, como el jazz y la samba, por ejemplo, la escala pentatónica no funcionará muy bien. En estos contextos, es común el uso de cromatismo, disonancias y enfoques melódicos que requieren un mayor estudio.

Por lo tanto, la improvisación en armonías más sofisticadas requerirá que el músico domine los modos griegos, por ejemplo.

Pero no te preocupes, hemos preparado una lista de reproducción exclusiva a continuación para que pueda profundizar en este tema también.

¿Cuál es la importancia de la improvisación musical?

Saber improvisar, principalmente, tiene que ver con el acto creativo, con la composición. Por eso, desarrollar la improvisación como instrumentista es importante, ya que implica crear tu identidad como músico, tu vena autoral.

Además, para improvisar bien, el músico debe tener ya un repertorio de escalas, así como conocimientos teóricos de cómo aplicarlas. Esto te lleva al estudio de la teoría musical y, en consecuencia, te convertirá en un músico más completo, ¡sin duda!

Sin embargo, un instrumentista que es bueno improvisando no vive solo de estudios y preparación teórica. ¿Alguna vez has oído hablar de los sentimientos? Pues…

Muchos músicos nacen con este sentimiento e inspiración para improvisar solos locos y fascinantes de forma natural y espontánea. Otros, a pesar de tener conocimientos técnicos y teóricos, están más enfocados a reproducir y ejecutar trabajos confeccionados.

En conclusión, la improvisación musical es de suma importancia si quieres ser un artista creativo y dinámico. Además, la búsqueda de la improvisación conlleva el estudio de escalas y campos armónicos, como mínimo. De esta forma, te obliga a buscar información teórica y te lleva mucho más lejos en tu desarrollo como músico.

¿Existen diferencias entre composición e improvisación?

En un principio, la idea de composición se asocia con la intención de hacer la versión definitiva de la canción. Por otro lado, la improvisación busca una actuación única e irrepetible.

De esta forma, la composición musical tiene que ver con lo que se plasmó en el pentagrama de una partitura o en una grabación de estudio. Mientras que la improvisación tiene que ver con lo que allí aparece en ese momento, en un momento de inspiración en el escenario.

Los mejores consejos para perfeccionar la improvisación musical

De todos modos, sea cual sea tu enfoque del estudio de la improvisación, la práctica será tu principal aliado. Sin embargo, asegúrate de haber examinado bien las escalas diatónicas mayor y menor. También es importante saber identificar la clave de la música en base a los acordes del campo armónico.

1. Crea un buen repertorio de solos

Puede parecer contradictorio, pero para empezar debes estudiar los hábitos de improvisación de tus músicos favoritos.

En otras palabras, necesitarás referencias y algo de repertorio, por lo que es bueno aprender a tocar los solos que te gustan. De esa forma tendrás un repertorio de soluciones melódicas rápidas para tu improvisación. Lo que nos lleva al siguiente tema.

2. Adáptalos a diferentes contextos

Conociendo muchos solos, podrás modificar cada uno a partir de variaciones melódicas o rítmicas.

Además, puedes intentar aplicar los solos que tomaste en diferentes contextos musicales. De esta forma, poco a poco se va afinando tu capacidad de improvisación, así como tu identidad como músico.

3. Aprende a tocar la misma frase en tonalidades mayores y menores

Transponer melodías de la escala mayor a la menor es una buena estrategia para conseguir el sentimiento y la intención melódica de una idea musical.

Sin duda, este es un buen ejercicio que permite al músico conocer y expresar los distintos sentimientos que cada tonalidad imprime en la música.

4. Estudia las target note (notas objetivo)

Las notas objetivo, como lo indica el nombre traducido, deben ser el foco de tu fraseo improvisado. ¿Alguna vez has oído hablar de este enfoque?

En realidad, es bastante simple. El uso de notas objetivo consiste en poner más énfasis en las notas que componen cada acorde en la progresión en la que estás improvisando.

Por supuesto, tu improvisación no tiene por qué limitarse a estas notas, sin embargo, para dibujar melodías memorables debes repasarlas en algún momento del solo. Para eso, puedes usar las otras notas de la escala como preparativos para tocar las notas objetivo.

5. Practica con backing tracks (pistas de acompañamiento)

En YouTube hay una amplia gama de pistas de acompañamiento en varios tonos y estilos para que practiques tu improvisación. Vale la pena tomarte el tiempo para practicar sus solos.

Tocar con pistas de acompañamiento es una forma eficaz de comprobar si tus ideas de improvisación suenan bien. Además, podrás escuchar mejor las “notas que salen” de tu improvisación, así como comprobar cuestiones como el tono de las curvas y la división rítmica de las notas.

Ponte listo con la improvisación musical

Ahora que estás en el tema de la improvisación musical, ¿qué tal si profundizas en tus estudios para convertirte en una fiera en tu instrumento?

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