Esta milonga no nació en un papel, nació en el viento de Las Heras
En la risa de los pibes del club, en la estampa de un caballo que galopa sin dueño
Es un canto para Marcelo Aparicio, hermano, jinete, maestro sin diploma
Sembrador de valores en tiempos de escasez no la hice solo
La hicimos entre recuerdos, entre mates, entre silencios
Porque hay hombres que no se van, se quedan en la cancha
En el corral, en el campo de doma y en el corazón de quienes lo vieron dar sin pedir
Esta milonga es para él
Que el viento la lleve donde tenga que llegar
Donde el viento es centinela
Y el invierno no perdona
Nació un alma gaucha y sola
Con la fuerza por bandera
Las Heras fue su parcela
Pueblo de cielo y de sal
Donde el frío es natural
Y el silencio es compañero
Marcelo fue el mensajero
De un destino sin igual
Desde chango fue labriego
Con empanadas al paso
Y aunque el mundo daba escaso
Él sembraba con sosiego
No hubo lujo ni apego
Solo el pan y la ocasión
Pero en cada situación
Mostró temple y alegría
Fue jinete de la vida
Y jugador del corazón
En el campo fue puestero
Con las riendas bien ceñidas
Y en las tardes más perdidas
El fue un gran compañero
Jineteando fue el primero
Con el oreja a su par
Y aprendió a galopar
Sobre penas y distancias
Fue jinete de esperanzas
Y gaucho sin descansar
En el club fue luz temprana
Para el pibe sin abrigo
Fue profe, hermano y amigo
Pa' los chicos del mañana
Con la fe como ventana
Y el respeto por motor
No importaba el marcador
Si el changuito iba a la escuela
Fue maestro sin novela
Y campeón del buen valor
Hoy su nombre sigue andando
Por la cancha y por la esquina
En la risa que ilumina
Y en el potro relinchando
No hay olvido ni quebranto
Que lo borre del lugar
Porque supo acompañar
Sin pedir reconocimiento
Marcelo vive en el viento
Y en quien lo quiera nombrar