Oigame señor no ve que su sabor
Se esta volviendo amargo
De trabajar tan largo
Mire su color que pálido señor
Le faltan mediodías
Le Sobran noches frías
Caminar casi deshecho y encontrar
El frío lecho donde
Su soledad se esconde
Lágrimas de lluvia cómplices del mar
Rodaron en penurias
Sus horas para amar
Mágica mi Luna lúcido mi Sol
No quiero más fortuna
Comprendalo señor