Estamos todos, aquí́ reunidos
Estamos todos muy contentos en la plaza principal
Porque nos mandan, de la ciudad
Una maestra que nos pueda enseñar
'Tábamos todos, pa' recibirla
Como merece una persona que estudió bien de bien
Cuando la vimos, no quería creer
Parecía un ángel que besaba nuestra piel
Mi Florentina, mujer divina
Todos los hombres de este pueblo soñamos con vos
Pero cuidado, nuestras esposas
Están planeando meterte dentro de un cajón
Mi Florentina, mujer divina
Todos los hombres de este pueblo soñamos con vos
Pero cuidado que hay viejas con plata
Que están juntando para verte estirar la pata
¡Ay, la plata!
No vayas por la calle que lleva a la taberna
También te odia la mujer del alguacil
Que tiene flores en sus macetas
Y está esperando que pases bajo el balcón
Cuidado por las noches, revisa bien tu cama
La cama que todos queremos conocer
Hay una loca que cría escorpiones
Y es muy probable que te quieran conocer, también
Mi Florentina, mujer divina
Todos los hombres de este pueblo soñamos con vos
Pero cuidado con las del lupanar
Que están sorteando cuál de ellas te va a achurar
Mi Florentina, mujer divina
Todos los hombres de este pueblo soñamos con vos
Pero cuidado con la que te alquila el cuarto
Que lustra el piso para ver si resbalás
No aceptes pastelitos de monjas amistosas
Seguramente se te caiga el maxilar
Por estas tierras todas son celosas
Aunque ninguna de ellas se pueda casar
No vayas con las niñas que te muestren la zona
Si vas con ellas nunca más regresarás
Quieren que veas el fondo del aljibe
Con un pequeño empujoncito lo verás
Mi Florentina, mujer divina
Todos los hombres de este pueblo soñamos con vos
Por eso estamos, todas las noches
Ya somos treinta declarando nuestro amor
Ay, la rutina, mi Florentina
El hastío va avanzando por el pueblo, otra vez
Es que ya vemos llegar la Onda
Otra maestra que se va sin saludar
¡Andá!