Mujer, tú que has hecho
Brotar en mi alma pasión inaudita
La pasión que ignora el respeto
Prejuicio y todo temor
Mujer que has cruzado en mi vida
Cual dardo que hiere y no mata
Herida que engendra deseos ardientes
De vivir y amar
Yo sé que las puertas
De todo cariño
Que puedas brindarme
Cerraron los hombres
Con leyes divinas
Y marcha nupcial
Pero no lograron
Borrar el encanto
Que tu ser entraña
Diabólico encanto
Que hechiza, enloquece
E incita a pecar
No puedo, Señora
Negar que perturbas
Todos mis sentidos
Que quema mi alma
Cual lava candente
Tu ardiente mirar
Y esa rosa roja
Que ostenta tu boca
Cual fuente de embrujo
Que es gloria y pecado
Tentación de dicha
Que quiero olvidar
Yo sé que los hombres
Con sus leyes frías
Harán mi condena
Porque este cariño
Que siento por ti
Jamás morirá
Por eso, Señora
Pido me comprendas
Y absuelvas al bardo
Que su gran pecado
Es la virtud de hereje
De este amor prohibido