Eis que vejo o Cordeiro, de pé no Monte Sião
Com Ele cantando, uma grande multidão
E em sua fronte selada, nome de Salvação
Oh, cântico dos redimidos, cento e quarenta e quatro mil
Só quem pode aprender, é quem Deus redimiu
Como voz de muitas águas e um som de trovão
Como harpas cantando, da grande redenção
Uma voz do céu ressoa, como águas a fluir
E o som do trovão ecoa, com seu brilho a reluzir
Com harpas em mãos, os santos a tocar
Um cântico dos eleitos, diante do trono a entoar
Oh, cântico dos redimidos, cento e quarenta e quatro mil
Só quem pode aprender, é quem Deus redimiu
Como voz de muitas águas e um som de trovão
Como harpas cantando, da grande redenção
Ninguém pode aprender, esse cântico de amor
Só os que foram comprados, pelo sangue do Senhor
Diante dos seres viventes, e dos anciãos a cantar
Um hino de vitória, que jamais se apagará
Oh, cântico dos redimidos, cento e quarenta e quatro mil
Só quem pode aprender, é quem Deus redimiu
Como voz de muitas águas e um som de trovão
Como harpas cantando, da grande redenção
He aquí que veo al Cordero, de pie en el Monte Sión
Con Él cantando, una gran multitud
Y en su frente sellada, nombre de Salvación
Oh, cántico de los redimidos, ciento cuarenta y cuatro mil
Solo quien puede aprender, es quien Dios redimió
Como voz de muchas aguas y un sonido de trueno
Como arpas cantando, de la gran redención
Una voz del cielo resuena, como aguas fluyendo
Y el sonido del trueno ecoa, con su brillo resplandeciendo
Con arpas en manos, los santos tocando
Un cántico de los elegidos, ante el trono entonando
Ah, cántico de los redimidos, ciento cuarenta y cuatro mil
Solo quien puede aprender, es quien Dios redimió
Como voz de muchas aguas y un sonido de trueno
Como arpas cantando, de la gran redención
Nadie puede aprender este cántico de amor
Solo los que fueron comprados, por la sangre del Señor
Ante los seres vivientes y los ancianos cantando
Un himno de victoria, que jamás será olvidado
Ah, cántico de los redimidos, ciento cuarenta y cuatro mil
Solo quien puede aprender, es quien Dios redimió
Como voz de muchas aguas y un sonido de trueno
Como arpas cantando, de la gran redención