(Texto recitado por Miguel Littín sobre fondo musical de Ángel Parra)
Cuídate, Arón, porque los caminos de Chile 
están llenos de fantasmas y apariciones. 
Recuerda que los caminos de la aldea 
están cubiertos de piedras filudas de los ríos, 
ya que como antiguos cauces secos 
de los ríos son estos caminos, 
llenos de demonios. 
Los caminos de Chile son como mirar a través de un espejo roto, como en una ventana en llamas.